Nos sumamos desde el Taller de Filosofía y Literatura al proyecto El sonido que habito.
Nos interesa del proyecto el hecho de que nos ofrezca una fantástica oportunidad para decir la realidad, pensarla, traducirla a lenguaje
(objetivo de nuestro taller filosófico-literario: hacer que nuestros
alumnos permanezcan vulnerables a la realidad, sensibles a ella, para
que nazca en ellos el deseo, deseo de pensarla y de decirla, y entonces
la necesidad de la literatura y de la filosofía).
Nos interesa el nombre, “el sonido que habito”, porque la literatura y la filosofía son formas de convertir el sonido en una realidad habitable, de hacer del sonido un mundo (cuando
re-flexiono sobre una realidad sonora, la convierto en objeto de mi
pensar, entonces me hago cargo del mundo que habito, un mundo también
sonoro). También nos interesa del proyecto el hecho de poder grabar
cualquier sonido: sonidos que nos rodean, voces de los que nos acompañan
o música que amamos y poder posteriormente pararnos y convertirlo en
palabra para explicar al otro lo que ese sonido, voz o música significa
para nosotros.
Nos interesa el hecho de que nos fuerce a escuchar (tan sordos estamos; fármaco contra nuestra sordera este proyecto). Escuchas lo que nos rodea y aquello que le importa a la gente que nos rodea. También nos ha gustado el hecho de que nos hayan buscado, de que desde un centro de la provincia de León, haya gente queriendo trazar redes para construir juntos. Además, este proyecto supone una bella excusa para obligarnos a salir del aula, de la
rutina de cada día, y creer que quizás algún día podamos convertir la
escuela en algo más creativo , menos monótono .y a la vez crear un
aprendizaje más efectivo y activo.
Ejemplo de Natividad