lunes, 13 de mayo de 2013

Nos sumamos desde el Taller de Filosofía y Literatura al proyecto El sonido que habito.
Nos interesa del proyecto el hecho de que nos ofrezca una fantástica oportunidad para decir la realidad, pensarla, traducirla a lenguaje (objetivo de nuestro taller filosófico-literario: hacer que nuestros alumnos permanezcan vulnerables a la realidad, sensibles a ella, para que nazca en ellos el deseo, deseo de pensarla y de decirla, y entonces la necesidad de la literatura y de la filosofía).
Nos  interesa el nombre, “el sonido que habito”, porque la literatura y la filosofía son formas de convertir el sonido en una realidad habitable, de hacer del sonido un mundo (cuando re-flexiono sobre una realidad sonora, la convierto en objeto de mi pensar, entonces me hago cargo del mundo que habito, un mundo también sonoro). También nos interesa del proyecto el hecho de poder grabar cualquier sonido: sonidos que nos rodean, voces de los que nos acompañan o música que amamos y poder posteriormente pararnos y convertirlo en palabra para explicar al otro lo que ese sonido, voz o música significa para nosotros.
Nos  interesa el hecho de que nos fuerce a escuchar (tan sordos estamos; fármaco contra nuestra sordera este proyecto). Escuchas lo que nos rodea y aquello que le importa a la gente que nos rodea. También nos ha gustado el hecho de que nos hayan buscado, de que desde un centro de la provincia de León, haya gente queriendo trazar redes para construir juntos. Además, este proyecto supone una bella excusa para obligarnos a salir del aula, de la rutina de cada día, y creer que quizás algún día podamos convertir la escuela en algo más creativo , menos monótono .y a la vez crear un aprendizaje más efectivo y activo.
Ejemplo de Natividad